¿Sientes que tu saque no hace daño aunque entre en pista? ¿O al contrario, lo aceleras tanto que pierdes el control? Este error te sonará…
Muchos jugadores caen en uno de estos extremos:
➡️ Saques tan lentos y suaves por miedo a fallar, que no molestan ni a un gato dormido.
➡️ Saques tan rápidos y descoordinados que la bola acaba en cualquier sitio menos donde querías.
Esta semana te explico cómo corregir ese desajuste de timing y por qué la clave está en una fórmula sencilla:
LENTO (inicio) + RÁPIDO (impacto).
👉 Te lo muestro paso a paso con ejercicios para integrar esta secuencia en tu saque y ganar ritmo, precisión y confianza desde el primer punto.
Y ya sabes: si dominas el saque, empiezas mandando.
Vamos a por ello. 🎯